La fotografía de alimentos o food photography es algo que sin duda está en auge. La gastronomía es uno de los temas de moda y esto conlleva que hoy por hoy todo el mundo fotografíe lo que come. No hace falta que seas un profesional de esto, ni que tengas un blog o restaurante, el ciudadano de a pie quiere mostrar lo que come y por ello las redes sociales están llenitas de fotos de comida. Con estos 10 consejos de fotografía gastronómica, te intentaré mostrar lo que importa a la hora de hacer tus fotografías y que luzcan bonitas.
La fotografía gastronómica no es sencilla, se deben cuidar muchos aspectos, además de tener unos conocimientos de nuestra cámara y tener el control absoluto sobre ella, debemos conocer bien el producto que vamos a fotografiar y en algunos casos ser muy rápido como en los helados. Si además de esto quieres contar una historia con ella, la dificultad aumenta, aunque si lo haces de la manera más natural, sencilla y con práctica conseguirás hacerlo, es cuestión de proponérselo y sentirlo. Cada fotografía para mí es eso, sentimiento, un momento de reflexión y pensar de que manera sacar el máximo partido a lo que tengo delante. Cada receta que publico en el blog es una historia que comienzo a inventarla mucho antes de hacer la receta. Con ellas intento transmitir sensaciones, vivencias, recuerdos o simplemente que te hagan querer traspasar la pantalla para comerte lo que te muestro.
Un plato de comida es algo tan efímero…de la cocina a la mesa y pocos minutos después desaparece. Con una imagen intentaremos plasmar los olores, los colores, las texturas hasta conseguir que el espectador se imagine su sabor. ¿Difícil? Vamos a intentarlo ¿no?-
1- Planifica la sesión
Este primer paso es fundamental en todo proceso creativo. Yo me baso en lo que Ansel Adams llama «visualización». Pienso la receta y una vez pensada cierro los ojos e imagino como montar la escena. ¿Qué me evoca ese plato?, ¿que texturas usar?, ¿qué color de atrezzo elegir?. Todo juega un papel importante y nada está puesto al azar. Los colores son importantísimos, debemos de usar una gama de colores similares porque si no es así restaremos importancia a lo que queremos fotografiar.
Los colorines están muy bien, pero si los mezclas sin un previo estudio, conseguirás que tu foto parezca un batiburrillo que nadie sabrá para donde llevar la mirada. Si vas a fotografiar un pimiento rojo, no sería viable ponerlo sobre un trapo rosa ¿no te parece?. Cuando usas colores como rojo, verde, amarillo mejor dejarlos como colores principales y apoyarte sobre el resto del atrezzo en tonos neutros o más claros para que la importancia se la lleve todo el ingrediente principal.
Lo mismo ocurre con las bases que tienes que usar, la maderas son perfectas porque dan mucha textura a la escena. Pero ten en cuenta que dependiendo de la fotografía y de lo que quieras mostrar esa textura puede que reste al objeto principal. Chapas de metal. piedra, suelos, mármol todo es perfecto para colocar encima nuestro escenario.
En algunos casos no tendrás problema con el tiempo, sobre todo en recetas como bizcochos, galletas, bebidas etc… Todas estas aguantan ante cualquier duda que pueda surgirnos sobre la colocación de nuestro escenario. Pero en casos como el helado, souffles, carnes, pescados debes ser rápido porque pierden esa textura bonita y empiezan a resecarse u oxidarse como el caso de la fruta. O tienes un doble para ellos o tendrás que repetirlo todo.
2- Ingredientes
Debes elegir el mejor producto, el más fresco y no por ello el más bonito. Hay ingredientes, que aunque tenga formas raras o sean más feusquillos no importa mientras se vean frescos y relucientes. Unos tomates con las hojas secas, unas fresas con lo verde pachucho ya no las hacen tan apetecible como debiera. Pieles tersas, verdes tallos, hojas fresca todo suma y mucho en nuestra fotografía.
No debes olvidar tener siempre un pulverizador con agua para impregnar el producto y dar esa sensación de frescura. El agua será un apoyo imprescindible para las verduras, frutas incluso en algunas ocasiones para botellas o vasos. Recuerda que la fruta se oxida muy pronto para ello puedes usar un poco de jugo de limón, sólo será necesario que untes el zumo por la carne de la fruta y esta te durará mucho más rato con su color natural.
3- La luz lo es todo
Sin la luz no tendríamos fotografía, así que imaginaros lo importante que es. En la fotografía gastronómica tanto la luz natural como la luz artificial si sabes usarlas serán la clave para que tu captura luzca de una manera o de otra. La luz lateral es una de mis preferidas, crea volúmenes, texturas y dan a nuestro plato ese color que lo hace tan apetecible. Dependiendo de lo que queramos mostrar podemos usar la luz de una manera u otra, fotos en clave alta (luminosas) en clave baja (oscuras) todo vale, aquí tú eres el que decides como usarla dependiendo de lo quieres mostrar. A mí la clave baja me encanta, creo que es una manera de dar mucho más protagonismo a lo que se fotografía y es una seña propia de mi estilo.
Lo primero que debes de hacer es controlar la luz, tener un sitio fijo para hacer tus fotos y así controlar la luz en las diferentes horas del día. Si vas a trabajar con luz natural, las mejores horas del día para una sesión de fotos es la luz de la mañana y la del atardecer. Muy diferente entre ellas ya que la del atardecer es bastante más cálida que la de la mañana. Apóyate siempre en los reflectores colocándolos en el lado opuesto de la entrada de la luz, y si lo que buscas son sombras, me parecen que algunas imágenes así lo piden suprime el reflector.
Si la ventana que tienes no es demasiado grande no sufras, mientras que entre algo de luz la fotografía podrás sacarla usando correctamente los parámetros de tu cámara. Siempre tienes la posibilidad de usar la luz artificial, que al contrario de lo que muchos piensan es perfecta, al menos a mí me da el resultado que yo quiero. No tengo que estar pendiente de las horas de sol, puedo ser mucho más creativa, consigo una nitidez brutal y no podría hoy en día vivir sin mis flashes. Os animo a usarlos y a simular con ellos una ventana por la que entra el sol.
4- Menos es más
Creo que es una de las máximas que más se repiten en este tipo de fotografías «menos es más«. Ante la duda siempre es mejor comenzar por menos, un elemento y alrededor de este ir construyendo tu escena. Siempre hay una pieza clave en todo juego y sobre ella se construye el resto. Con la fotografía de bodegones pasa lo mismo, comienza por fotografiar un elemento y ve construyendo un escenario a partir de él. Todo tiene que tener una concordancia y ser real, que todo tenga un sentido. Imagina que estás en tu cocina o poniendo la mesa, igual debes actuar cuando creas la escena.
Los fondos juegan aquí un papel importante, céntrate en el producto y no uses fondos que puedan despistar. Juega con la profundidad de campo esto da un resultado fantástico para centrar la atención en lo que deseas.
5- No te conforme con una foto
Estamos en la era digital así que no te conformes con una foto, dispara y hasta que no estés seguro de tener lo que quieres no pares. El mismo escenario te puede servir para disparar varias fotos, una vez tienes la escena puedes hacer una fotografía a esta y luego mediante cortes ir haciendo fotos a los detalles, prueba y ya verás como te sorprenderás. Ve moviéndote y no tengas miedo a sacar desde diferentes ángulos, lateral, cenital… Puede que en algunas ocasiones tengas que mover algo de la escena, pero bueno no cuesta nada y te resultará muy fácil a la hora de conseguir otra imagen totalmente diferente a la anterior.
6- Ángulos y espacio negativo
Soy fan incondicional del espacio negativo ¿qué es? El espacio negativo es el espacio que queda entre el marco o filo de la foto y el objeto principal de nuestra fotografía. Yo me apoyo mucho en este recurso para captar todo el interés del espectador sobre ese elemento, que para mí es tan importante. El espacio negativo tambien se debe saber usar, una escena con un excesivo espacio negativo sobre el elemento principal puede dar sensación de aplastamiento y al contrario, si este está por debajo, puede parecer que el objeto esta flotando. Hay que usarlo todo en su justa medida.
El ángulo es primordial en la fotografía culinaria, se dice que fotografiar con un ángulo de 45º sería el perfecto ya que simula la posición cuando estamos sentados a la mesa. Pero como las reglas están para saltárselas y cada fotografía es diferente, el ángulo a usar es el que a tí en ese momento que estás tras el visor te parece correcto. Cuidado cuando quieras mostrar el contenido de un plato y usas un ángulo demasiado rasante, al igual que hacer una cenital a un bizcocho, nunca podrás mostrar su volumen.
Por ese motivo siempre intento mostrar mis escenas desde diferentes ángulos. Las fotos cenitales dan mucho juego para mostrar una escena grande, llena de cosas o bien para centrar la vista sobre un solo elemento. Recuerda que en este tipo de fotos debes de enfocar la totalidad de los que está en la escena o al menos casi todo. El ángulo a ras de ojo da sensación de profundidad y el picado en perfecto para mostrar el contenido de nuestro plato.
7- Incorpora el factor humano y movimiento
Que detrás de cada fotografía hay una persona al igual que lo hay detrás de cada receta, es evidente. Pero ¿que pasa si integramos en nuestra imagen el factor humano? Pues que sin ningún lugar a duda dotamos a nuestra foto de mayor realismo y cercanía. Es tan sencillo como usar el temporizador de tu cámara o bien un disparador remoto, no dudes en hacerlo porque tus fotografías cobrarán vida, además de ser muy divertido.
El aparecer en tus fotos significa que estás contando algo, sirviendo un rico guiso en un plato, haciendo un bizcocho, amasando, batiendo un huevo. No solo conseguirás dar realismo sino ser parte de la historia. Además gracias a tu ayuda el movimiento en tus fotos será posible con solo coger un batidor de varillas y levantarlo.
Si te lo quieres pasar bien y no tienes demasiado miedo a que todo salga perdido de agua u otro líquido prueba con los splash, son geniales. Cada disparo es una fotografía diferente y hasta conseguir la que quieres puedes sudar pero sabes una cosa yo no paro hasta que no lo consigo. Este tipo de fotos gustan mucho el único secreto (si usas luz natural) es disparar a una velocidad muy alta para congelar la gota, usar un diafragma muy abierto y tirar de ISO si te falta luz. Con flash lo tendrás muchísimo más fácil y lógicamente será bastante menos complicado.
8- Cuenta una historia
Bueno es algo que ya te he comentado en varias ocasiones. Una foto debe transmitir y para ello debes pensar como hacerlo, todo lo que incluyas en la imagen servirá para ello, no es lo mismo fotografiar la sarten tan preciosa que tienes abajo sobre una base de madera sin más, que acompañarla de apoyos que te invitan a pensar en lo que te estoy intentando decir. No sería lo mismo una fotografía del coulant a secas que mostrarte esta escena en la que estamos disfrutando de una suculenta merienda junto a un te calentito.
No es difícil, solo tendrás que mostrar lo que quieres con elementos externos que tengan sentido en tu escena. Unas flores, una ventana detrás por la que entra la luz, una mesita con un libro, una cafetera…… una luz tenue. Piensa que cada pequeño detalle suma en tu imagen y hace que el conjunto del todo haga la historia.
9- Diviértete y crea
Ante todo es cuestión de que disfrutes con lo que estás haciendo. Pásatelo en grande y que cada sesión sea un momento creativo en el que des todo de ti. Se arriesgado y prueba a colocar las cosas en sitios que normalmente no los pondrías, ten a mano todo lo que puedas de atrezzo. A veces me suele ocurrir que si no lo veo no me acuerdo que lo tengo por eso visualiza e imagina que sería perfecto para decorar tu foto.
Una cuerda, unos botes reciclados de las aceitunas, tomates o de lo que sea, yo lo guardo todo porque tarde o temprano lo uso. Intenta inspirarte en Pinterest o Instagram hay cientos de imágenes que te servirán para ello. Me encanta pasear por estas redes y pasar horas mirando fotos, es una buena manera de educar tu ojo también.
10- Crea tu estilo
No hay nada más satisfactorio para un fotógrafo que reconozcan una foto suya. Al igual que a tí te será mucho más sencillo cuando cuando hayas creado un estilo propio y tus fotos tengan una marca particular. No copies, no servirá de nada porque al final realmente no estás haciendo algo tuyo, estás transformando algo que ya está creado porque además nunca te saldrá igual. Dos personas ante el mismo escenario hacen dos fotos totalmente diferentes cada una tiene su visión particular por ello tu visión es tu estilo, apuesta por él y adelante.
La fotografía es algo maravilloso con lo que disfruto y ocupa la mayor parte de mi vida. Sin cámara mis ojos van captando cada detalle que pasa por delante de ellos y cualquier cosa me sirve para luego plasmarlo en mis imágenes. Espero que te haya gustado y si tienes alguna duda, consejo o sugerencia no dudes en contármelo.
Andrea dice
Unos consejos perfectos para una que está empezando, gracias y fabulosas imágenes.
Carmela dice
Buenos días Raquel, muchas gracias por el post y por compartir con nosotros tus conocimientos y tu experiencia. Tus fotos son increíbles y cada vez que veo una nueva me sorprendo más y más. Me quedo pasmada porque son maravillosas. Tengo una pregunta técnica. He empezado hace poco a hacer fotos y me gustaría ampliar un poco mi «equipo», si se puede llamar de esa manera… jajaja. De momento solo tengo el objetivo que venía con la cámara y otro para retratos, el 50 mm 1.8. Me gustaría saber qué objetivo utilizas para tus fotos y cual sería el que pondrías en la carta a los Reyes Magos. Muchas gracias otra vez y un abrazo enorme.
Raquel Carmona dice
Antes de nada muchísimas gracias por tus palabras, se agradecen muy mucho. En principio te digo que el objetivo que viene con la cámara no sirve para mucho o casi para nada, el 50 es la opción más acertada como primera opción es un objetivo bastante bueno. Ten en cuenta una cosa y es en el diafragma, el número f, en tu caso es el 1.8 mientras más bajo ese número más luminoso es el objetivo y por lo tanto más caro, pero el tuyo fuciona bien, yo antes era una mujer pegada al 50mm jajaja. Uno de los objetivos que más utilizo entre otros es el 100mm, me encanta este objetivo aunque entiendo que cada uno tiene predilección por diferentes lentes y a veces el precio es algo elevado. En mis fotografías uso mucho este aunque tambien son fantásticos el 85 y el 35 para las cenitales. Espero haberte resuelto algo tu pregunta, de todas maneras si tienes dudas no te cortes y me preguntas de nuevo.
Carmela dice
Muchas gracias Raquel!! Me has ayudado un montón. Un abrazo.
Raquel Carmona dice
Me alegro muchísimo que te haya gustado, ahora a practicar Carmela.
miguel dice
Gracias, me ha encantado.
Valeria dice
Excelente aporte!!! Gracias por compartir tus conocimientos!!!
irmina dice
Muchas gracias por tan valiosas recomendaciones.
Enhorabuena por tu trabajo.
Un beso.
Teresa dice
Muy buen post Raquel, unos consejos buenísimos que hay que tener siempre en cuenta a la hora de fotografiar.
Me encanta la luz natural, me siento cómoda con ella, sobre todo la luz de la mañana, por eso las fotografías para el blog las hago los fines de semana que es cuando puedo captarla y tengo además tiempo para montar la escena.
Me gusta mucho tu trabajo, gracias por estar ahí cuando he tenido dudas!!!
Besotesss preciosa!!!
Rosa dice
Sabios consejos Raquel, muchas gracias por compartir tu conocimiento. Adoro tus fotos y tu trabajo, sin duda para mí eres una referencia en esto de la fotografía culinaria. Me he leído el post enterito sin dejarme una coma 🙂 y estoy totalmente de acuerdo con todo lo que cuentas, pero para mí lo más importante es disfrutar de lo que haces. Todos los que amamos el arte, disfrutamos a al vez que sufrimos con el proceso creativo.
Un beso y espero que nos sigas deleitando con tus maravillosas imágenes.
Raquel Carmona dice
Ohhh muchas gracias, es todo un honor leer tus palabras. Como bien dices lo mejor de todo es disfrutar con lo que haces porque al final eso se ve en tu trabajo. Saludos y de nuevo gracias.
Laura dice
Fantástico post, Raquel. Te felicito.
Comparto todo lo que comentas, aunque matizo el tema de la luz natural y artificial, que no uso, no porque no me guste, sino porque mi fotografía gastronómica se basa en fotografiar lo que me voy a comer justo después (con excepciones, claro…). Ese es el estilo que quiero ir profundizando, básico y extremadamente sencillo. Tal y como comentas, cada cual debe ir buscando ese estilo con el que se identifica y es su propio sello.
Me ha encantado leerte. De verdad…
Besitos
Raquel Carmona dice
Muchísimas gracias Laura de verdad que para mí esto es una satisfacción poder compartir lo que se, lo que yo día a día hago. Como bien dices cada uno sabe cuál es su estilo y lo que mejor le conviene a sus fotos y lo que quiere mostrar. Sin duda eso es lo más importante, sentirse cómodo con lo que uno hace. Besotes.
Maru dice
Me ha encantado tu artículo, pero sobre todo tus fotografías, así que con tu permiso lo comparto, para que otros puedan aprender de tus sabios consejos y disfrutar esas fantásticas imágenes. 🙂
Un saludo!
Maru
Raquel Carmona dice
Muchas gracias y me alegro que te haya gustado.