Hoy te voy a enseñar a elaborar tus propias galletas caseras. Una receta muy dulce que te encantará, es sencilla y necesita muy poquito para que el resultado sea perfecto. Siempre me gusta tener un bote lleno de galletas, se conservan genial y para un desayuno rápido las tienes listas o bueno como un tentempié a media mañana, cuando tu estómago ruge.
El término galleta proviene del francés, de la palabra galette. La galette, es un pastel fino redondo, este recibió este nombre por su forma redonda. Las galletas son un producto alimenticio pequeño, plano y dulce, aunque tambien pueden ser saldas, a mí me encantan ya que estas sirven de base para untar cualquier dip, queso o paté. Los ingredientes base de las galletas caseras son la harina, huevos, azúcar, mantequilla o aceite. Pero está claro que las galletas admiten cualquier ingrediente como chocolate, mermeladas, frutos secos, las mezclas posibles son infinitas y cada una de ellas es un pequeño y delicioso bocado.
Las primeras galletas eran duras, secas y sin azúcar. APOr regla general estas se cocían después de hornear el pan, en el horno de la panadería cuando estaba ya enfriándose. Eran una forma barata de sustento para los pobres y una forma de sacarle todo el partido a calor residual del horno. En el siglo VII d.C. los cocineros del imperio persa habían aprendido de sus antepasados las técnicas de calentamiento y cómo enriquecer las mezclas a base de pan con huevos, mantequilla y crema. Al igual que a endulzar as con frutas y miel.
Una de las primeras galletas especiadas fue el pan de jengibre, esta fue traída a Europa en 992 por el monje armenio Grégoire de Nicópolis. Él dejó Armenia Menor, para vivir en Bondaroy, Francia, cerca de la ciudad de Pithiviers. Se quedó allí durante siete años y enseñó a los sacerdotes franceses y a los cristianos cómo cocinar pan de jengibre. Este fue originalmente un denso pastel de especias con melaza, pero debido a que era tan cara su elaboración, las primeras galletas de jengibre eran una forma barata de utilizar la mezcla de pan sobrante.
Con la invasión musulmana de la Península Ibérica, y luego con las Cruzadas y el desarrollo del comercio de las especias, las técnicas de cocina e ingredientes de Arabia extendieron hacia el norte de Europa. En la Edad Media las galletas se hacían a partir de una pasta de pan decorada, condimentada y luego horneada. El rey Ricardo I de Inglaterra (también conocido como Ricardo Corazón de León) trajo de la Tercera Cruzada, el «biskit muslin», que era un compuesto de maíz mezclado con cebada, centeno y harina de frijoles.
La fabricación y la calidad del pan estuvo controlada hasta entonces, por lo que la preparación de la galleta estaba establecida a través de los gremios de artesanos. A medida que comenzó el suministro de azúcar, el refinamiento y la entrega de harina aumentó, también lo hizo la capacidad para degustar los productos alimenticios que requerían una producción más pausada, incluyendo las galletas dulces. Existen escritos del monasterio de Vadstena que narran cómo las monjas suecas estaban horneando pan de jengibre para aliviar la digestión. El primer comercio documentado de galletas de jengibre fue en el siglo XVI, cuando se vendían en las farmacias de los monasterios y en las plazas donde estaban los mercados de agricultores en la ciudad. El pan de jengibre se convirtió en un producto ampliamente disponible en el siglo XVIII. Es en 1850 cuando comienzan a fundarse las primeras empresas británicas de galletas.(*Fuente Wikipedia).
Galletas caseras fáciles y rápidas
La receta para estas galletas caseras es muy fácil, ya lo verás, tan solo necesitarás unos ingredientes de calidad, seguir paso a paso la receta y poner ese punto de amor que tanto requieren las recetas. Existen infinidad de variantes, esta es una receta fácil, económica y que a los niños les encanta. Son sabores muy de nuestra infancia y que tanto gustan, como estas Magdalenas Caseras que hice el otro día, han tenido un éxito tremendo, gracias por vuestros mails y comentarios diciendo que os habían encantado. Ahhh y si eres un viciosillo de las galletas, estas galletas de mantequilla no te las puedes perder o estas cookies con chocolate pura tentación escondida en algo tan pequeño.
Ingredientes para las galletas caseras
- 300g de harina
- 150g de azúcar moreno
- 150g de mantequilla a temperatura ambiente
- 2 huevos
- 2 cucharadas de canela en polvo
- 1 cucharadita de polvo de hornear
- 4 cucharadas de azúcar blanca y 2 de canela para decorar
Elaboración de la receta
- En un bol amplio ponemos la mantequilla y el azúcar y batimos hasta obtener una mezcla cremosa.
- Añadimos los huevos de uno en uno y vamos batiendo hasta integrarlo todo.
- A continuación incorporamos la harina tamizada, la canela en polvo y el polvo de hornear. Mezclamos hasta obtener una masa lisa y manejable.
- Envolvemos nuestra masa en un film transparente y refrigeramos al menos media hora.
- Precalentamos el horno a 180º.
- Una vez refrigerada nuestra masa. cortamos en dos. Enharinamos nuestra superficie de trabajo y con ayuda de un rodillo estiramos nuestra masa hasta dejarla bien finita, de unos 3-5mm de grosor.
- Con un cortapasta, vamos cortando nuestras galletas.
- Repetimos la operación con la masa restante.
- Colocamos nuestras galletas en una bandeja dejando un poco de espacio entre ellas y horneamos durante unos 15 minutos aproximadamente, calor arriba y abajo. El tiempo dependerá de cada horno, al igual que el tipo del horneado, si lo prefieres puedes poner ventilador en vez de calor arriba y abajo.
- Una vez listas, sacamos y colocamos sobre una rejilla para que se enfríen.
- Preparamos la mezcla de azúcar y canela y con ayuda de un colador decoramos nuestras galletas caseras.
- 300g de harina
- 150g de azúcar moreno
- 150g de mantequilla a temperatura ambiente
- 2 huevos
- 2 cucharadas de canela en polvo
- 1 cucharadita de polvo de hornear
- 4 cucharadas de azúcar blanca y 2 de canela para decorar
- En un bol amplio ponemos la mantequilla y el azúcar y batimos hasta obtener una mezcla cremosa.
- Añadimos los huevos de uno en uno y vamos batiendo hasta integrarlo todo.
- A continuación incorporamos la harina tamizada, la canela en polvo y el polvo de hornear. Mezclamos hasta obtener una masa lisa y manejable.
- Envolvemos nuestra masa en un film transparente y refrigeramos al menos media hora.
- Precalentamos el horno a 180º.
- Una vez refrigerada nuestra masa. cortamos en dos. Enharinamos nuestra superficie de trabajo y con ayuda de un rodillo estiramos nuestra masa hasta dejarla bien finita, de unos 3-5mm de grosor.
- Con un cortapasta, vamos cortando nuestras galletas.
- Repetimos la operación con la masa restante.
- Colocamos nuestras galletas en una bandeja dejando un poco de espacio entre ellas y horneamos durante unos 15 minutos aproximadamente, calor arriba y abajo. El tiempo dependerá de cada horno, al igual que el tipo del horneado, si lo prefieres puedes poner ventilador en vez de calor arriba y abajo.
- Una vez listas, sacamos y colocamos sobre una rejilla para que se enfríen.
- Preparamos la mezcla de azúcar y canela y con ayuda de un colador decoramos nuestras galletas.
Maite dice
Una pinta estupenda e ideales para los niños.
Pero, qué es polvo para hornear?
Dónde puedo conseguirlo?
Raquel Carmona dice
Maite es lo que conocemos como levadura en polvo Royal.
Luciernaguiilla dice
Me encantan estas galletas…este finde perfecto para ellas.