Los dulces caseros son mi perdición y más cuando las recetas son las de toda la vida, lo siento pero soy muy tradicional. La receta de las rosquillas de anís es una de ellas, se les puede conocer por diferentes nombres dependiendo de cada lugar incluso las variantes que encontramos dentro de estos dulces son infinitas. El tipo de aromatizante, los ingredientes, la masa….en cada rincón de nuestra geografía hay una receta de rosquillas o roscos.
Los roscos o rosquillas son uno de esos dulces atemporales, aunque cierto es que en algunas épocas del año como Semana Santa, su consumo aumenta. Pero como dice el dicho, a nadie le amarga un dulce, y además ahora que los peques van a comenzar sus vacaciones que mejor momento que este para meterte en la cocina y practicar con ellos.
Tanto la receta de las rosquillas de anís, como su elaboración, es bien sencilla. Es una receta que le encanta a los niños por su aroma y por la manipulación de su masa, eso de hacer bolitas les encanta (eso sí que se laven bien las manos y que no vayan a ir a hacer bolitas a otro lado de su geografía corporal jajaja).
La repostería tradicional de nuestro país es bien extensa, desde las magdalenas, pasando por el bizcocho, los churros caseros, las torrijas caseras….. hay tantas que podría crear un blog de este tipo de recetas y no acabar nunca. En cada ciudad, pueblo, aldea hay una receta la cuál se diferencia de la otra. Cada una de ellas tienen su historia y un porque, este tipo de cosas me encanta consultarlo porque ahí están las raíces de nuestra gastronomía. Un mundo por descubrir del que poco a poco os iré contando a través de mis recetas.
Buscando información sobre las rosquillas, les viene el nombre por su forma toroide es decir una circunferencia. En España es un dulce muy de Semana Santa aunque como he dicho antes se consume durante todo el año, ya que es típico en muchos pueblos su consumo durante las fiestas populares. Estos roscos tienen su característica principal en el aroma y por ello se diferencia unos de otros. El anís, la naranja, el limón, matalahúva, clavo todos ellos son diferentes tipos de sabores que podemos acompañar nuestras rosquillas y harán de ellas una ricura.
Ingredientes para las rosquillas de anís
- 500gr de harina
- 3 huevos
- 1 cucharadita de bicarbonato
- 120gr de azúcar
- 100ml de aceite de oliva suave
- Ralladura de media naranja
- 3 cucharadas de anís dulce
- Azúcar para rebozar
- Aceite de oliva virgen extra para freir
Elaboración de la receta
- En un bol grande batimos los huevos.
- Incorporamos el azúcar, la ralladura de la naranja, el aceite de oliva y el anís. Batimos todo hasta mezclarlo y que quede bien integrado.
- A continuación tamizamos sobre la mezcla la harina junto con el bicarbonato y vamos mezclando hasta conseguir una masa homogénea y que no se pegue.
- Tapamos el bol con film transparente o hacemos una bola con la masa y envolvemos en film. Dejamos reposar una hora.
- Tras el reposo, dividiremos nuestra masa en pequeñas bolas de entre 5 y 10 gramos dependiendo del tamaño que queramos nuestras rosquillas.
- Unimos dos bolas, aplastamos ligeramente y con ayuda del dedo meñique hacemos un agujero en el centro que abriremos algo más, porque al freírse pujará y si lo hacemos demasiado pequeño este se perderá.
- Una vez tengamos todos nuestros roscos hechos, ponemos en una sartén una generosa cantidad de aceite de oliva, calentamos y cuando coja temperatura comenzamos a freír las rosquillas.
- Cuando estén doraditas sacamos, ponemos sobre papel absorbente y seguidamente rebozamos en azúcar.
- Ahora sólo toca disfrutarlas en un desayuno o merienda.
Consejos:
- La masa para nuestra rosquillas de anís debe ser una masa fácil de trabajar aunque a veces dependiendo de la harina y su nivel de absorción esta puede quedar algo más ligera. Para solventar este problema una vez estés en el paso de dejar reposar la masa puedes meterla en el frigo de esta manera la masa se enfriará y será mucho más fácil su manipulación.
- Para conseguir que el agujero del centro no se pierda tendrás que agrandarlo con los dedos o bien optar por hacer un rulo con las bolitas y unirlas entre sí. Si no agrandas suficientemente el agujero al freírse desaparecerá ya que la masa puja, entonces conseguirás unas rosquillas ciegas que así se denominan las que no tienen el agujero central.
- Cuidado con la temperatura del aceite, inicialmente puedes subirlo para que coja temperatura pero luego deberás bajarlo o se te harán demasiado por fuera y quedarán crudos por dentro.
- Mientras más gorditos sean los roscos más jugosos quedarán por dentro y crujientes por fuera.
- Puedes añadir a la azúcar del rebozado un poquito de canela en polvo, le dará un toque diferente.
- Igualmente puedes sustituir el anís si no te gusta por zumo de naranja.
- 500gr de harina
- 3 huevos
- 1 cucharadita de bicarbonato
- 120gr de azúcar
- 100ml de aceite de oliva suave
- Ralladura de media naranja
- 3 cucharadas de anís dulce
- Azúcar para rebozar
- Aceite de oliva virgen extra para freir
- En un bol grande batimos los huevos.
- Incorporamos el azúcar, la ralladura de la naranja, el aceite de oliva y el anís. Batimos todo hasta mezclarlo y que quede bien integrado.
- A continuación tamizamos sobre la mezcla la harina junto con el bicarbonato y vamos mezclando hasta conseguir una masa homogénea y que no se pegue.
- Tapamos el bol con film transparente o hacemos una bola con la masa y envolvemos en film. Dejamos reposar una hora.
- Tras el reposo, dividiremos nuestra masa en pequeñas bolas de entre 5 y 10 gramos dependiendo del tamaño que queramos nuestras rosquillas.
- Unimos dos bolas, aplastamos ligeramente y con ayuda del dedo meñique hacemos un agujero en el centro que abriremos algo más, porque al freírse pujará y si lo hacemos demasiado pequeño este se perderá.
- Una vez tengamos todos nuestros roscos hechos, ponemos en una sartén una generosa cantidad de aceite de oliva, calentamos y cuando coja temperatura comenzamos a freír las rosquillas.
- Cuando estén doraditas sacamos, ponemos sobre papel absorbente y seguidamente rebozamos en azúcar.
- Ahora sólo toca disfrutarlas en un desayuno o merienda.
Para conseguir que el agujero del centro no se pierda tendrás que agrandarlo con los dedos o bien optar por hacer un rulo con las bolitas y unirlas entre sí. Si no agrandas suficientemente el agujero al freírse desaparecerá ya que la masa puja , entonces conseguirás unas rosquillas ciegas que así se denominan las que no tienen el agujero central.
Cuidado con la temperatura del aceite, inicialmente puedes subirlo para que coja temperatura pero luego deberás bajarlo o se te harán demasiado por fuera y quedarán crudos por dentro.
Mientras más gorditos sean los roscos más jugosos quedarán por dentro y crujientes por fuera.
Puedes añadir a la azúcar del rebozado un poquito de canela en polvo, le dará un toque diferente.
Igualmente puedes sustituir el anís si no te gusta por zumo de naranja.
mar dice
Enhorabuena por tu blog. me encantan las fotografías y las recetas 🙂
Puedes decirme, por favor, cuántas unidades de rosquillas salen con esta receta ?
muchísimas gracias
Raquel Carmona dice
Gracias a tí. Pues creo recordar que unas 20 rosquillas, pero tambien variará dependiendo del tamaño que las hagas. Además se conservan muy bien si las guardas en un bote o tupper hermético, seguro que se acaban.