La receta de hoy es pollo guisado, todo un clásico, lo cierto es que en cada casa se hace de manera diferente. Suelo seguir siempre las recetas al pie de la letra aunque muchas veces improviso dependiendo de los ingredientes que tengo en el frigorífico, nunca se sabe como me va a salir cada plato, ni esa salsa tan rica que lo acompaña en la que a todos nos encanta mojar el pan. Eso es lo que me encanta de la cocina, la improvisación es lo que tiene que tus guisos mejoran día a día.
Pollo guisado en salsa
El pollo es una de las carnes que más se suelen usar en la cocina del día a día, no es que las demás no las use que sí que lo hago, pero el pollo te permite usarlo en infinidad de platos además de ser una carne baja en grasa, esto ayuda a que nos venga muy pero que muy bien cuando queremos perder algún kilito, pechugas plancha, muslitos de pollo al horno… El guiso de pollo es una de las recetas tradicionales por excelencia en la mayoría de los hogares españoles, nuestras abuelas ya lo hacía y nosotros seguimos con la elaboración de este plato tan delicioso en el que la salsa es una de las protagonistas. ¿Qué sería un pollo guisado sin una salsa donde poder mojar un trocito de pan? O de este pollo al horno que es super ligero y con un aroma de esos que te embriagan. Puedes optar también por usar el pollo para una cena ligera, original y diferente con este completo sandwich y si quieres sorprender un día en una cena este pastel de pollo no dejará indiferente a nadie.
Una de las cosas que más me gusta a la hora de cocinar este guiso es el aroma que desprende, esa olla chapoteando, ese chup, chup, ese colorcito dorado del pollo, ese sofrito tan rico, ese vinito y esa espera a fuego lento hasta conseguir que nuestro estofado haya llegado a su punto álgido. La olla o cazo donde vamos a hacerlo juega un papel importante al igual que nuestro fuego, en todo este tipo de guisos ¿lo habéis notado? Antes sofreía el pollo en una sartén y luego lo pasaba a la olla donde lo iba a elaborar, ahora lo hago todo en la misma y ese sabor varía. Mi vitrocerámica está ya para jubilarla pero bueno aguantará seguro algo más, mientras tanto este tipo de guisos son perfectos para una cocción a fuego lento, así que paciencia porque para un buen resultado el tiempo es fundamental.
Receta de pollo guisado en salsa de cebolla y almendras
La base de esta salsa fundamentalmente se la debemos a la cebolla y la almendra picada, es lo que más sabor tiene y lo que aporta ese resultado final. Bueno el sabor lo aporta el conjunto de todos sus ingredientes pero la salsita gracias a la cebolla pochada y a la almendra conseguimos que llegue a estar todo tan rico y con ese espesor.
Aunque ya mismo tenemos el calor en su máximo apogeo en casa no nos resistimos a dejar la cuchara, aunque no con tanta asiduidad como en invierno pero si es cierto que los guisos no faltan porque me parecen que son perfectos para el almuerzo y porque para los peques es la mejor manera de que coman bien y para mí no sea tan complicado. Hay mucha variedad de ellos, las clásicas lentejas, el potaje de garbanzos , el potaje de patatas y ternera, el potaje de alubias hay para todos los gustos y todos están deliciosos. ¿Qué bien sientan verdad? Además no tendrás que estar pensando en primer y segundo plato con uno de ellos basta para quedar perfectamente, bueno y que no falte la fruta de postre.
Si lo que os gustan son los platos con salsa tanto como a mí, os encantarán estos platos en los que eso de mojar barquitos no faltará. Nuestra cultura gastronómica no entiende eso de una mesa sin pan y es que hay algunos platos o comidas no son lo mismo sin un cachito de este alimento tan preciado, nuestro pan. Este solomillo al horno es uno de esos platos que os comento un rico asado con un jugo fantástico de las verduras que lo acompañan. Si lo que te apetece es una salsa diferente te propongo estas albóndigas en salsa teriyaki, una salsa típica de la cocina japonesa elaborada con vinagre de arroz, salsa de soja y azúcar. Y si lo que quieres es una salsa base para acompañar carnes, pescados o cualquier tipo de guarniciones la salsa de tomate casera no falla, ya sabes algo tan nuestro que puedes conservar de manera muy sencilla.
Ingredientes para el pollo guisado
- 1 pollo de corral troceado
- 300gr de champiñones
- 2 cebollas grandes
- 6 dientes de ajo
- 100gr de almendras
- Azafrán en hebra
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal
- Pimienta
- Tomillo o romero
- 300ml de vino
Elaboración de la receta
- Cubrimos la base de nuestra olla o cazo con aceite de oliva, calentamos a fuego alto y ponemos el pollo troceado. Sofreímos hasta dorar, sacamos y reservamos.
- En la misma olla ponemos las cebollas picadas, los dientes de ajo con piel (previamente hemos golpeado con la mano) y sofreímos a fuego lento hasta pocharlo.
- Una vez dorada la cebolla, incorporamos los champiñones removemos durante un minuto.
- Incorporamos la almendra que previamente hemos picado en un mortero y removemos durante unos segundos. La almendra no la debes sofreir demasiado porque puede pegarse.
- Añadimos el pollo, el vino, la sal, la pimienta, unas hojitas de tomillo o romero fresco y el azafrán.
- Dejamos a fuego lento que se vaya haciendo. Si ves que es necesario puedes añadir un poco de caldo de carne yo a veces incorporo un vaso una vez que el vino haya evaporado el alcohol.
- Una vez se haya consumido y quede una salsa espesa el guiso estará listo para comer
- Lo podemos servir junto a unas patatas fritas o a lo pobre cualquiera de las dos opciones son perfectas.
Consejos:
- Cuando sofrías el pollo deja el aceite y la grasita que ha soltado como base para sofreír la cebolla.
- Cuidado y no te pases de aceite, ten en cuenta que el pollo soltará grasa. Si quieres que tu guiso tengo menos calorías dile al carnicero que te quite la piel, ahí es donde se concentra la mayoría de la grasa.
- Deja pochar bien la cebolla, no tengas prisa y hazlo a fuego muy bajo.
- La almendra a mí me gusta comprarla entera cruda y yo machacarla en el mortero para luego encontrarme trocitos, si no te gusta así cómprala directamente en polvo.
- Yo uso normalmente un vino blanco Montilla-Moriles, pero puedes usar el que más te guste, cuando me ha faltado este lo he hecho con coñac o un oloroso y le sienta fantásticamente bien al guiso.
- Una vez todos los ingredientes lo tengamos en la olla no remuevas con cuchara, te recomiendo levantar tu olla de la vitrocerámica y moverla con movimientos circulares, así evitarás que se rompa el pollo.
- Este tipo de guisos están más ricos si se hace el día anterior.
- No te olvides de comprar pan para mojar en la salsa, quedas avisado.
- 1 pollo de corral troceado
- 300gr de champiñones
- 2 cebollas grandes
- 6 dientes de ajo
- 100gr de almendras
- Azafrán en hebra
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal
- Pimienta
- Tomillo o romero
- 300ml de vino
- Cubrimos la base de nuestra olla o cazo con aceite de oliva, calentamos a fuego alto y ponemos el pollo troceado. Sofreímos hasta dorar, sacamos y reservamos.
- En la misma olla ponemos las cebollas picadas, los dientes de ajo con piel (previamente hemos golpeado con la mano) y sofreímos a fuego lento hasta pocharlo.
- Una vez dorada la cebolla, incorporamos los champiñones removemos durante un minuto.
- Incorporamos la almendra que previamente hemos picado en un mortero y removemos durante unos segundos. La almendra no debes sofreirla demasiado porque puede pegarse.
- Añadimos el pollo, el vino, la sal, la pimienta, unas hojitas de tomillo o romero fresco y el azafrán.
- Dejamos a fuego lento que se vaya haciendo. Si ves que es necesario puedes añadir un poco de caldo de carne yo a veces incorporo un vaso una vez que el vino haya evaporado el alcohol.
- Una vez se haya consumido y quede una salsa espesa el guiso estará listo para comer
- Lo podemos servir junto a unas patatas fritas o a lo pobre cualquiera de las dos opciones son perfectas.
Cuidado y no te pases de aceite, ten en cuenta que el pollo soltará grasa. Si quieres que tu guiso tengo menos calorías dile al carnicero que te quite la piel, ahí es donde se concentra la mayoría de la grasa.
Deja pochar bien la cebolla, no tengas prisa y hazlo a fuego muy bajo.
La almendra a mí me gusta comprarla entera cruda y yo machacarla en el mortero para luego encontrarme trocitos, si no te gusta así cómprala directamente en polvo.
Yo uso normalmente un vino blanco Montilla-Moriles, pero puedes usar el que más te guste, cuando me ha faltado este lo he hecho con coñac o un oloroso y le sienta fantásticamente bien al guiso.
Una vez todos los ingredientes lo tengamos en la olla no remuevas con cuchara, te recomiendo levantar tu olla de la vitrocerámica y moverla con movimientos circulares, así evitarás que se rompa el pollo.
Este tipo de guisos están más ricos si se hace el día anterior.
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